En agosto comenté que si no llovía en los últimos días de ese mes y en septiembre se iba a poner la situación difícil para el campo y la ganadería, las lluvias a partir de mediados de agosto fueron muy benéficas.
.El comerciante y ganadero Ing. Jorge Montoya Luján, comentó que en ese tiempo se estaba comprando alimentos para los animales y acarreando agua, esa última quincena de agosto fue formidable.
En septiembre no hubo tanta lluvia, pero fueron generalizadas que ayudaron al crecimiento del pasto y que los presones agarraran agua, si contuan las lluvias en octubre y parte de noviembre, tendremos un invierno favorable, sale la hierba de invierno y estamos contentos porque con ésto no se presenta tan difícil para el año que entra. Señaló.